Una entrevista que mezcla lo profesional con lo personal
Hace unos días, me hicieron una entrevista donde hablamos en un tono distendido e íntimo acerca de la vida profesional, la actividad en la función pública, los desafíos de emprender en el ámbito de la consultoría en asuntos jurídicos y políticos.
También nos dimos un espacio para charlar sobre las posibilidades (y obstáculos) que existen a la hora de llevar adelante un proyecto de vida personal y laboral en el interior de nuestra Argentina, las formas de afrontar los momentos de crisis y la importancia de visibilizar el trabajo de muchos jóvenes que, quizás con más anonimato pero idéntico esfuerzo, demuestran que esa arraigada idea de que «la juventud está perdida» no deja de ser una sentencia que puede revocarse.

Les comparto un fragmento de la nota:
Nacido en la Ciudad de Buenos Aires un 27 de julio de 1990, su decisión de radicarse en el interior del país no pudo borrar – al menos por ahora – el acento que caracteriza a los porteños. Y tampoco pudo con esa personalidad imponente, que, muy posiblemente, es la que le permitió abrirse paso y hacerse de un nombre propio en tierras que suelen recibir con cierto recelo a los rioplatenses.
«La verdad es que el acento es lo único que tengo de porteño» dice Guillermo Chas y continúa «siempre me sentí muy identificado con los valores y las tradiciones de los pueblos y el interior histórico de nuestro país, y desde chico soñaba con poder radicarme lejos de la gran ciudad». Su preocupación, confiesa, giraba en torno a un preconcepto que le habían transmitido algunas personas cercanas: la supuesta falta de oportunidades en un país como la Argentina, donde Dios está en todas partes pero atiende en Buenos Aires.
«Sin embargo, el deseo de buscar otro estilo de vida pesó más y, en un momento, empecé a pensar que esa debilidad podía ser una fortaleza: en la Capital ya estaba todo hecho, y la experiencia que había adquirido allí podía funcionar como un diferencial para desarrollarme profesionalmente en un lugar más tranquilo» explica Guillermo.
Su teoría no falló. Luego de haberse recibido de abogado en la Universidad Católica de Puerto Madero, donde no solo consiguió dos becas y un promedio de 9,67 sino que fue Presidente del Centro de Estudiantes de Derecho – cargo en el que lo antecedieron personalidades como Daniel Hadad y Jorge Sapag – y, también, de la Federación de Centros de Estudiantes; y tras sumar valiosos antecedentes laborales, tomó la decisión de partir. Llegó a la Provincia de Corrientes con veintinueve años de vida y once de experiencia en el ámbito de la política y el derecho.
Entrevista a Guillermo Chas, un carismático abogado que brilla con luz propia